Policia local

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INFORMACIÓN TRÁFICO

En 1863 el alcalde de Redondela en aquella época, Genaro Borines, aprobó la creación de la Policía Local en el municipio para garantizar la seguridad ciudadana. El servicio estaba formado por un solo agente, Juan Ruiz, que cobraba un sueldo de 1.500 reales por su trabajo. Su arma reglamentaria era un sable y por las noches contaba con el apoyo de dos serenos. Mucho ha cambiado desde esa fecha hasta hoy, cuando el servicio cumple su 150 aniversario.

Hace un siglo y medio el agente Juan Ruiz comenzaba la historia de la Policía Local de Redondela. El cuerpo fue creado el 1 de julio de 1863 bajo el mandato del alcalde Genaro Borines, aunque las bases para que el municipio dispusiera de este servicio de seguridad las puso dos años antes su predecesor, Fermín Monroy Correa.

"Se había consignado en el presupuesto municipal de 1861 la contratación de un agente policial con un sueldo de 1.500 reales, aunque finalmente no pudo salir adelante por falta de provisión económica", explica Roberto Gil, uno de los agentes actuales y autor, junto a su compañero Gonzalo Amoedo, del libro "Arredor de nós: historia da Policía Local 1863-2003". En esta obra de investigación, Gil y Amoedo realizan un recorrido por el cuerpo redondelano desde su creación tras un exhaustivo trabajo de documentación durante varios años en el archivo de la Diputación Provincial, de las hemerotecas de diversos periódicos e incluso a través de los informes del registro del Ayuntamiento.

La obra recoge desde el primer plan de tráfico de Redondela dirigido a los carruajes a un apéndice de ordenanzas históricas que muestran distintos aspectos de la sociedad redondelana de principios del pasado siglo. El texto también está salpicado de cientos de anécdotas y casos curiosos a lo largo de la historia, muchos de ellos documentados y otros basados en los testimonios de agentes jubilados, viudas y familiares de otros fallecidos, que sirvieron de fuentes de información para el estudio.

En este sentido, Gil recuerda un caso curioso ocurrido en 1987, cuando unos vecinos alertaron de un cerdo de grandes dimensiones que se había escapado de una pocilga y se coló en el bar Central, en la plaza de Ponteareas. "Se causó un gran revuelo y para sacarlo fue necesario llamar al veterinario municipal, que vivía cerca del lugar", señala.

Entre la documentación que aporta el libro también destacan las normativas de cada época. "En el siglo XIX y principios del XX, al no existir los coches, las normas eran curiosas porque regulaban las salidas de animales, los carros de estiércol e incluso se obligaba a la colaboración ciudadana en caso de incendio, teniendo que acudir los vecinos con cubos", destaca Gil.

Respecto al primer agente, Juan Ruiz, se sabe que solo trabajó durante cuatro años. "Entonces era una profesión que no tenía un reconocimiento importante y el sueldo era bajo, por lo que si les surgían otras oportunidades cambiaban de trabajo", apunta Gil. Para ver a la primera mujer hubo que esperar 135 años, hasta 1998, cuando entró en el cuerpo Ana Belén Acuña.

El servicio cuenta ahora con treinta agentes y tres vehículos patrulla, así como unas nuevas dependencias inauguradas en 2009.