Pese a la carencia de una letrada hasta el 1 de junio, el informe elaborado por el CIM destaca que “todas las usuarias que demandaron asesoramiento jurídico, fueron perfectamente atendidas”. El Centro de Información a la Mujer de Redondela viene de reforzar su servicio de atención a las usuarias con la contratación de una abogada que se incorporó al CIM el pasado 1 de junio. La alcaldesa y #concejal de Servicios Sociales, Digna Rivas, reconoce el retraso en el proceso de contratación derivado “de la complejidad de los trámites administrativos a realizar y de los tiempos que marca la administración para este tipo de procesos, que están muy lejos de ser los idóneos”.
En todo caso, es que según los informes elaborados por el propio CIM, en el tiempo en que el servicio careció de una letrada asignado al mismo “todas las usuarias que demandaron asesoramiento jurídico fueron debidamente atendidas”.
De hecho las mujeres que solicitaron este tipo de ayuda contaron, en todo momento, con la guía de las dos técnicas del servicio (agente de igualdad y psicóloga) que, en caso de duda contactaron con los organismos pertinentes como es el caso del Colegio de Abogados de Vigo, Instituto Galego da Vivenda e Solo y Secretaría General de Igualdad entre otros.
Del informe se concluye que “la totalidad de las consultas dirigidas al servicio de asesoramiento jurídico, fueron atendidas y respondidas”.
“El hecho que no se había incorporado antes una abogada –explica Digna Rivas– no fue debido a la dejadez sino que, de no realizar los trámites tal y como marcan las normas y respetar los tiempos, estaríamos incurriendo en un delito de prevaricación”.
La alcaldesa y #concejal de Servicios Sociales recalcó que, “tal y como señalan claramente los informes del servicio, el no disponer de abogada en ese tiempo, no fue impedimento para que las usuarias habían estado atendidas y habían recibido respuesta adecuada a sus demandas”.
Por último, Rivas recordó la necesidad de “ser cautelosos” a la hora de hacer “valoraciones apresuradas” sobre un servicio que precisa de una extrema discreción “dada la sensibilidad de los casos que se tratan y de la situación en la que se encuentran muchas mujeres que buscan ayuda en el CIM”.