El Ayuntamiento solicitó la muestra a la Diputación de Pontevedra la petición del Colectivo Republicano
Desde el pasado sábado 9 y hasta el próximo día 21 de abril, el Multiusos de la Xunqueira de Redondela, acoge la muestra ‘Firmes, mujeres bajo el terror franquista’, una exposición que pretende reivindicar la memoria de las víctimas del golpe de estado de 1936 con una antología de la historias de represión sufridas por 172 pontevedresas que fueron perseguidas, asesinadas, encarceladas y, además, por el hecho de su condición de mujeres, soportaron también vejaciones de corte sexista.
La exposición llega a Redondela después de que el Colectivo Republicano se había puesto en contacto con el Ayuntamiento para que había tramitado su solicitud a la Diputación de Pontevedra. La alcaldesa Digna Rivas, agracedeu “el enorme interés y determinación” mostrado por el Colectivo Republicano de Redondela para que ‘Firmes, mujeres bajo el terror franquista’ pueda mostrar al vecindario “a realidad de uno de los episodios más oscuros de nuestra historia reciente”.
“Gracias a esta iniciativa del Colectivo y las terribles imágenes que ofrece la exposición –añadió la regidora local– podemos aprender para que un hecho semejante nunca más vuelva a acontecer”. Firmes es “un vistazo obligado al pasado más duro y triste, para poder mirar al futuro con esperanza”.
En la inauguración de la exposición su creadora, la periodista y escritora Montse Fajardo, explicó la quiebra de los derechos alcanzados en la II República y hizo un recorrido por las distintas tipologías de represión (asesinato, cárcel, castigos sexistas como el rape del pelo o vejaciones sexuales, depuración laboral, destierro o exilio).
Finalmente hizo hincapié en el verdadero significado de la exposición que no es otro, dijo, “que rendir un homenaje a las mujeres pontevedresas que a pesar de la barbarie siguieron adelante, firmes, agarrando de la sociedad y convirtiéndose en apoyo fundamental para los huidos, las personas presas y las familias perseguidas”.
Firmes, mujeres bajo el terror franquista
La exposición está dividida en tres bloques. Un primero dirigido a la contextualización histórica, que cuenta que el golpe de estado supuso una quiebra de los derechos de la República tanto en lo relativo a las clases como desde el punto de vista de las mujeres que pasaron a ser tratadas “como menores de edad o siempre dependientes de varón”.
La segunda parte de la exposición, a más larga, analiza las diferentes tipologías de represión y muestra que, a pesar de que las cifras muestran que los hombres son mayoría en los listados de víctimas, las mujeres no solo padecieron las mismas tipologías de represión que ellos, sino que además fueron objeto de vejaciones de corte sexista aplicadas no solo la aquellas ciudadanas significadas política o sindicalmente, sino también a las familiares de hombres perseguidos: fueron rapadas, agredidas sexualmente, tatuadas, arrastradas con cuerdas u obligadas a bailar desnudadas delante de la gente.
Finalmente, la tercera y última parte de la muestra se dedica a “reconocer la labor solidaria y resistente de las mujeres, su apoyo imprescindible a la guerrilla, a los huidos, a la gente presa y a sus familias, a las viudas y criaturas huérfanas, así como su protagonismo en la transmisión de la memoria”.
43 mujeres de la comarca de Vigo y del ayuntamiento de Redondela
En total, “Firmes” habla de 172 mujeres con inclusión de historias de todas las comarcas de la provincia. La selección mezcla nombres más conocidos cómo los de Urania Mella, María Gómez, Josefa García Segret, Placeres Castellanos o Josefina Arruti, con otros más anónimos, en la mayoría de perfil humilde, que tenían más riesgo de quedar en el olvido. Así, junto las mujeres más fáciles de encontrar en la bibliografía de la temática, se incluyen biografías hasta ahora inéditas como la de Dolores Buján (Cuntis), Asunción Berea (Marín) o Elena Valverde (O Porriño).
Entre las 43 mujeres de la comarca de Vigo que se citan, figura la historia de Emilia Cabaleiro Amoedo, labradora de Colmillo (Redondela), asesinada a los 54 años. Un vecino la siguió cuándo iba con su hijo Antonio llevar comida a cuatro hombres de Vigo a Lavadores, donde estaban escondidos en una cueva, y la delató. Después de someterla a abusos sexuales y torturas, la asesinaron, igual que a su hijo y los cuatro huidos. La memoria oral conservó que le habían cortado los pechos y le meterán en la boca los genitales de Antonio.