Como miembro del Fondo Gallego de Cooperación y Solidaridad, participa en un proyecto de cooperación internacional para contribuir a la reconstrucción y crecimiento de los servicios públicos afectados por el ciclón Idai. El proyecto trabaja en línea con la Agenda 2030

 El municipio mozambiqueño de Nhamatanda logró extender la cobertura de los servicios de agua e iluminación pública a través de la colaboración con el Fondo Galego de Cooperación e Solidaredade, del que el ayuntamiento redondelano forma parte. La asociación de ayuntamientos y diputaciones gallega destinó 42.600 euros a reparar y ampliar estas redes públicas, en una zona que aún está en proceso de reconstrucción tras resultar gravemente afectada por el paso del ciclón Idai en 2019. La intervención contó asímismo con el respaldo de la Asociación Nacional de Municipios de Mozambique (ANAMM), así como de las agencias estatales de agua y energía.

El devastador huracán, que dejó más de 600 personas fallecidas en el país africano, acabó también con buena parte de las ya endebles infraestructuras municipales. A través de este proyecto de cooperación internacional, se construyó un sistema de suministro de agua consistente en un depósito de 1.000 litros, con bomba integrada la base de paneles solares y una fuente con cuatro caños en la que la población puede abastecerse. El servicio, que se gestionará de manera comunitaria, no sólo beneficiará al barrio donde fue situado, sino también a los dos adyacentes. Mujeres y niñas, que suelen recorrer largas distancias cargadas con los baldes para conseguir agua potable, tan necesaria en el combate contra el coronavirus y otras enfermedades presentes en la zona, serán las que de una manera más especial, le van a sacar rendimiento la esta infraestructura.

 Nhamatanda cuenta con una población de 63.000 habitantes distribuida en doce barrios. La actuación impulsada por el Fondo Gallego permitió restaurar y expandir la red eléctrica a siete de ellos, de forma que se espera reactivar sectores como el económico o el educativo, pues en las escuelas podrá haber turnos nocturnos y se favorecerá el desarrollo de los negocios locales. Además, las farolas instaladas en las calles mejorarán la seguridad de la ciudadanía, nombradamente de las mujeres.

Con este proyecto, Redondela, junto con las diputaciones y ayuntamientos socios del Fondo Gallego de Cooperación y Solidaridad contribuyen a erradicar la pobreza y las desigualdades en el Sur Global y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca la Agenda 2030. En especial, del ODS 6, que aboga por “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todas las personas” y del ODS 7, que apuesta por “garantizar el acceso la una energía asequible, segura, sostenible y moderna para toda la población”.

El Fondo Gallego

El Fondo Galego de Cooperación e Solidariedade está integrado por 100 ayuntamientos y las diputaciones de Pontevedra, A Coruña y Lugo, que concentran a través de esta red sus esfuerzos en el campo de la cooperación al desarrollo. Se garantiza de este modo una gestión profesional y transparente, así como la realización de proyectos con impacto en los países del Sur Global y la sensibilización de la sociedad gallega a favor de la solidaridad internacional. Reconocido como agencia municipal de la cooperación gallega, el Fondo Gallego llega a su 25 aniversario habiendo desarrollado más de 170 proyectos en 32 países y promoviendo numerosas actividades y materiales en relación a los desequilibrios Norte-Sur y la Agenda 2030.