La actual 4ª revolución industrial, se publicita, como “verde y digital”, inocua, inmaterial y sostenible.
Esta campaña escolar responde a las necesidades de identificar y aminorar las distintas problemáticas de la digitalización en la educación y en la vida cotidiana, desde la exposición a las radiofrecuencias (dentro y había sido de las aulas), la profunda huella ambiental de la contaminación digital (energética y climática, y las derivadas del extractivismo minero y la basura tecnológica), así como de sus problemáticas asociadas (dependencia tecnológica y adicciones, obsolescencia
tecnológica y hiperconsumismo, big fecha y control social, …).
Este proyecto educativo en creación, está abierto a la participación de los agentes implicados (madres y padres, profesorado, alumnado) en todas las etapas educativas, Se asienta en las numerosas alertas, recomendaciones y normas bio-sostenibles del ámbito científico, profesional e institucional que abren reflexiones sobre las pautas de un uso sobrio, adecuado a la edad y biosostíbel de los medios digitales.
Algunos de los porqués de la campaña:
Pola mayor vulnerabilidad de la infancia y la juventud.
Las alertas tempranas emitidas desde ámbitos institucionales, científicos y profesionales sobre la mayor vulnerabilidad infanto-juvenil son una constante desde hace décadas. Se refieren a los riesgos para su salud de la exposición precoz y constante a los campos electromagnéticos, a los impactos del uso precoz y abusivo de las pantallas en su desarrollo neurológico y cerebral, así como en la adquisición de conductas adictivas (redes, juegos, atribuidas, pornografía, …) y sus problemáticas vinculadas, como lo acoso cibernético. Niñas y niños, chicas y chicos están en la diana de las empresas
tecnológicas, para captar y fidelizar su consumo a través de estrategias de seducción jamás conocidas.
Por sus efectos sobre lo ambiente y el clima Son muchas las alertas científicas de que este proceso de hiperdixitalización, lejos de ser “inmaterial” o “verde”, es profundamente enerxívoro con su afectación climática (incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero), necesita de metales y minerales con un agresivo incremento del extractivismo y la generación de residuos tóxicos en los procesos de elaboración de sus componentes y dispositivos, altera el espacio con su masivo lanzamiento de satélites alertado por astrólogos y meteorólogos, así como incrementa exponencialmente la basura terrestre y espacial
acumulado y la pérdida de la bio-diversidad, …
Por su control social en detrimento de la privacidad y los derechos digitales.
Las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) controlan las comunicaciones de la gran mayoría de la población, poniendo su información al servicio de fines de dudosa utilidad social. La previsión de millones de objetos conectados al 5 G y su internet de las cosas agravarán esta captura desregulada de datos que, más la inteligencia artificial, el big fecha y el reconocimiento facial, posibilitará claves predictivas de control social, monitorizando al individuo durante toda su vida.